Ayer no me apetecía ni leer ni estudiar. Y es normal, a todos nos pasa de vez en cuando.
Sentía que no serviría para nada, un día de lectura sin muchas ganas, ¿qué iba a cambiar? La vida iba a seguir igual.
Procrastinar porque no va a pasar nada, da igual lo que hagas o dejes de hacer, tu vida va a seguir exactamente igual que estaba hasta este mismo día.
Porque la vida es así, da igual lo que hagas, que tu destino está escrito.
Pero te voy a pedir que te imagines que tienes el poder de volver al pasado. Y lo haces, concretamente a un pasado previo a tu nacimiento.
¿Te atreverías a mover una sola piedra del suelo? ¿a dar un solo paso? ¿a devolverle la cartera a alguien que la haya perdido?
Quizás tu madre (que cose muy bien) nunca habría hablado con tu padre, que aquel día se tropezó con una piedra en medio de la acera y se hizo un agujero en el pantalón.
O quizás tu abuelo nunca habría devuelto un monedero que cayó del bolso de aquella joven. La que se pasó 20 años llenándote el plato de comida y pasándote billetes de 10 euros como si fuese una trapichera sumamente experimentada.
Y efectivamente, ya te lo digo yo, no harías nada. No harías nada porque tendrías miedo de que afectase al futuro (tu realidad) como un gran dominó. Como el gran efecto mariposa que cambiaría tu vida como la conoces.
Si tanto miedo te daría hacer algo tan pequeño, tan sutil, ¿cómo puedes pensar que tus esfuerzos no sirven para nada? ¿crees que todo lo que haces cae en saco roto?
En leer una cara de un libro tardas 2 minutos, en llamar a tus familiares tardas 5 y en escribir algún pensamiento tardas 10. Y, ¿qué son 10 minutos?
Si te gustan los videojuegos, 10 minutos te los puedes pasar en la cola de una partida.
Si te gustan las series, 10 minutos es lo que pierdes entre la “intro” y la “outro” de cada capítulo.
10 minutos van a ningún sitio. A no ser que los gastes en algo valioso para ti, que entonces van a muchísimos.
Lo que darías por 10 minutos con alguien que no está. Lo que te arrepentiste de no haber estudiado 10 minutos más después de ese 4.8 en un examen.
Que la vida no te vaya de 10 minutos. Usa bien todos los que tengas.
Esta reflexión la he sacado interpretando a mi manera una parte del libro “Lo Que Nunca Cambia”, de Morgan Housel.
Pero, ¿para qué me vas a hacer caso a mí cuando puedes disfrutar de lo que esconde entre sus páginas tú mismo?
Puedes escucharlo totalmente gratis en versión audiolibro (te regalo 3 meses si tienes Amazon Prime, 1 si no). Basta con darle click aquí abajo:
Y si quieres el libro físico (es lo que yo estoy disfrutando) te lo dejo aquí también. También basta con darle click:
Buenísimo. -->>"No harías nada porque tendrías miedo de que afectase al futuro (tu realidad) como un gran dominó...Si tanto miedo te daría hacer algo tan pequeño, tan sutil, ¿cómo puedes pensar que tus esfuerzos no sirven para nada?" <<--- cuánta razón!!